Los equipos acero inoxidable se han convertido en un “must have” de la cocina actual.   Lo encontramos en fregaderos, neveras, congeladores, estufas, parrillas, planchas, mostradores, etc.  Su atractivo es la durabilidad y el aspecto limpio que proyecta en nuestra casa o negocio.

A diferencia del hierro o acero que se corroen, el acero inoxidable o “stainless steel” contiene metales adicionales como el cromo y el níquel.  Hay muchos tipos (series) de acero inoxidable pero los que se ven comúnmente en equipos comerciales para la cocina son las series 300 y 400.

La serie 400 contiene cromo y la serie 300 tiene cromo y níquel.  Añadiendo estos metales en partes pequeñas al acero cambia la composición y forma una barrera invisible en la superficie que protege el metal de la corrosión.  Por esa capa ser tan fina, se puede dañar si no es cuidada adecuadamente.

Cuidado

Hay tres razones básicas por las que se daña la barrera invisible que protege la superficie:

1. Abrasión – Cualquier material de limpieza abrasivo o esponja de limpiar van a rayar la superficie. Lo mismo pasa con los utensilios de metal.  Para evitar las abrasiones tenemos que tener claro que usar un paño o camisa vieja puede rayar la superficie.  La opción segura es usar un paño de microfibra.  Esto lo podemos conseguir al por mayor a muy buen precio o donde vendan artículos para carro.  Son costo efectivas debido a que los podemos usar para limpiar todas las superficies de la casa sin temor a dañar su apariencia.
2. Depósitos de comida y agua – dejar agua en la superficie va a dejar manchas y puede romper la barrera de protección (debido a sus químicos), lo mismo pasa con los residuos de comida. ¡¡NO LOS PODEMOS DEJAR EN EL FREGADERO!!
3. Cloro – el cloro se encuentra en el agua, la sal pero principalmente en muchos productos de limpieza del hogar e industriales.

Limpieza

Pero tomando en consideración las razones anteriores, ¿como limpio mi equipo en “stainless steel “?

• Neveras y otros enseres – una queja común es que se marcan las huellas digitales. Para evitar el uso de químicos podemos hacer una combinación simple de vinagre y aceite de oliva.
  • Añadimos vinagre blanco en una botella con rociador.
  • Rociar el enser con la solución.
  • Limpiar con un paño de microfibra.
  • Una vez limpio, añade par de gotas de aceite de oliva al paño.
  • Pule en la dirección del grano del acero inoxidable. Con esto añadimos brillo y removemos marcas.
• Fregaderos – el fregadero y la mezcladora son los que más sufren y se opacan por el contacto con la grasa, agua y químicos. Para devolverle el brillo podemos usar el mismo proceso que para la nevera.  También podemos usar productos comerciales.
  • Echar agua de soda en un paño de microfibra y limpiar el fregadero y mezcladora.
  • Una vez seco, usar un limpiador especial para acero inoxidable.
  • Remove con un paño limpio de microfibra.
• Parrillas, planchas, barbacoas – Las parrillas y barbacoas son una manera excelente de sellar la carnes y proteínas de la carne, pescado y vegetales mientras les deja la marca distintiva.  Para lograr que las marcas sean consistentes es importante una rutina de limpieza.
  • BBQ – Una vez terminemos de cocinar y reposar el manjar que nos comimos, podemos cubrir las parrillas (acero inoxidable) con papel de aluminio y calentarlo por 10 a 15 minutos. El papel de alumunio va a concentrar el calor de las parrillas y va a quemar los residuos de comida.  Una vez se enfríen, lo estregamos con un cepillo de con cerdas de nilón y listo.
  • Planchas – limpiar con toallas hasta que salgan limpias y con una espátula plástica removemos la comida/grasa. No usar nada de metal.
    • Una vez removamos la grasa, en una botella con rociador, añade líquido de fregar y llena con agua tibia.
    • Rocía la superficio y deja el jabón en la superficie por 15 minutos. Usa un paño de microfibra y limpia el equipo.
    • Con papel toalla, seca toda el área. Repetir los pasos de ser necesario.
  • Parrillas – el proceso para limpiar las parrillas comerciales y residenciales es más simple de lo que parece.
    • Deja la parrilla encendida por algunos minutos después que terminaste de cocinar.
    • Una vez se enfríe, levántalas y ponlas en el fregadero.
    • Usa un cepillo de cerdas suaves para remover la comida y partículas de las parrillas.
    • Échales agua caliente para que la comida que quede pueda salir.
    • Quita los residuos que quedan con el cepillo con líquido de fregar y un paño de estregar suave. Enjuaga y seca.

Como podemos ver el proceso no es complicado y tenemos opciones naturales que nos ayudan a cuidar nuestro equipo y limpiarlo igual que un producto comercial sin necesidad de químicos.  Solo nos basta con una lista corta de materiales.  La clave está en la prevención y una rutina fija de limpieza para así proteger nuestra inversión.